No entraremos a debatir qué marca es mejor pues, a grandes rasgos, podría decirse que en muchos casos las diferencias radican en opiniones personales de usuarios determinadas por las diferentes políticas de márketing de las fábricas. Igualmente, existen otras marcas de membranas menos conocidas (en muchos casos utilizan tecnologías de alguno de estos dos grandes fabricantes) que pueden funcionar igualmente bien y a un precio mucho más reducido. Así pues, nos centraremos en la pregunta que pone título a este artículo: ¿necesitamos unas botas de montaña con membrana impermeable y transpirable o no?
Como ya anticipábamos más arriba, la finalidad de este tipo de membranas es mantener nuestro cuerpo seco, evitando que entre agua al interior de las prendas a la vez que se permite la evacuación del sudor. Esto, aplicado al calzado de trekking, hace posible la práctica del senderismo en condiciones meteorológicas y por terrenos poco amistosos para nuestros pies. Por tanto, el principal elemento a tener en cuanta a la hora de elegir un tipo u otro de calzado es cuándo y por dónde lo vamos a utilizar. Si eres un usuario muy esporádico de botas de montaña y sólo las utilizas en temporadas secas, quizás el diferencial de precio te haga elegir unas sin membrana. Ahora bien, si hay una mínima posibilidad de que tengas que cruzar un pequeño arroyo, te caiga un chaparrón repentino, etc. durante alguna de tus rutas, es preferible que te equipes con unas botas que lleven membrana impermeable y transpirable incorporada. Un pequeño desenvolso económico extra te puede evitar grandes incomodidades durante una travesía y consecuencias como las ampollas durante la misma y después de haberla terminado. Por mi parte, siempre recomiendo este último tipo de botas, pues son válidas para un mayor rango de terrenos y circunstancias y uno nunca sabe dónde puede acabar. Además, hoy en día se pueden encontrar a precios muy económicos a través de internet.