El Locutor y el Oyente
Debe usted identificarse con el oyente y no el oyente con usted. Aunque parezca quizá un poco contradictoria a primera vista, existe la necesidad de que usted sea intensamente agradable en directo, pues son millares de oyentes los que presencian su forma de comunicarse. El ser humano, por su propia necesidad de agruparse, busca identificarse con todas las cosas que lo rodean y la persona que habla por el dial no es una excepción.
Sepa como cautivar a sus oyentes:
Tome conocimiento de todo lo que esté ocurriendo en el en la emisora, en cuanto a promociones a ser realizadas durante el programa, así como toda alteración dentro de la programación.
Cerciórese de que todo el equipo esté funcionando con normalidad.
Compruebe la programación musical, el guión comercial.
Al leer observe los siguientes detalles:
- Esté atento a las señales del operador, cuando lo haya. De él depende el orden técnico.
- Interprete correctamente el texto, para no correr el riesgo de ser alegre en noticias tristes, o viceversa.
- El tono necesita ser convincente, de quien cree en lo que está hablando.
- Pronuncie bien las palabras, la buena dicción es fundamental.
- Articule bien el final de las frases y realce las frases finales del texto.
- No deje que ningún ruido estorbe la audición del oyente. Evite toser, carraspear, estornudar o batir con el lápiz o bolígrafo en la mesa. Si acaso pasa, actúe con naturalidad.
El Locutor durante la locución
Cuando esté con la programación en directo, no olvide de las reglas fundamentales de sincronía y creatividad. Procure evitar la falta de concentración en su trabajo haciendo otras cosas al mismo tiempo, esto provoca errores.
La concentración es fundamental para la ejecución perfecta de la operación de mesa, cuando se trata de un locutor-operador (radio FM) y también es indispensable para la sincronía entre el locutor y el operador de sonido (radio AM). La postura también es importante, muestra respeto a la programación y al oyente.
El Locutor y la Voz
La voz es el instrumento de trabajo de los locutores y a través de ella muchos consiguen crear una magia ambiental. Si tenemos una bella voz por naturaleza partimos con una ventaja (¡no es posible obtenerla mediante cirugía plástica!), pero una voz bonita no es tan sólo aquella grave y aterciopelada; necesitamos también de una buena dicción, articulación e interpretación de todo cuanto hablemos al micrófono.
Existen algunos cuidados para mantener una buena calidad vocal, como es evitar tomar líquidos helados, y hacer gárgaras con agua templada y zumo de limón por la mañana. Actúan como preventivos de las infecciones de la garganta.
fuente: www.articuloz.com