Abres la web y aparece el trailer, que puedes cerrar cuando quieras. El fondo de la home es una adaptación estática del cartel y puedes escoger entre fotos, descargas, vídeos y filmografías de los actores. Las fotos son malas, los vídeos suelen ser spots y trailers y, normalmente, hay menos de los que tú puedes encontrar en Youtube o Facebook, y las filmografías suelen estar incompletas y casi siempre se dejan algún actor fuera. Mucho peor que si vamos a IMDB a buscar información. Y de las descargas es mejor no hablar, todavía no conozco a nadie que se haya descargado un salvapantallas, fondo de escritorio o, y esta es una novedad reciente, imagen de perfil para redes sociales (quien quiere estar representado por una foto pequeñita de una película que ni siquiera se ha estrenado). Esta es la norma en las webs de ahora.
Después, de vez en cuando, encontramos alguna web que propone uno o dos juegos, de esos de mover la flechita arriba o abajo con el cursor, a los dos minutos de usarlo estás hastiado y te preguntas porqué alguien querría que relacionasen su película con una cutrez de juego como ese. En otros casos hay un juego/aplicación para Facebook, normalmente igual de estúpido que el anterior, de los que te piden permiso para informar a tu lista de amigos de que has acertado un 78% de preguntas idiotas sobre la película. Dios como odio estos últimos, son un virus en el muro.
Ninguno de los materiales interesantes para el espectador suele aparecer en la web. Cada vez que sale un nuevo cartel, o un nuevo spot, o entrevistas con los actores, o fan trailers (hay gente que se esfuerza mucho en crear estas piezas, a veces con más calidad que el original, y seguro que estarían encantados de tener reconocimiento en la web), todos esos materiales los encuentras navegando en blogs, y en comentarios en redes sociales, pero no en la aburrida web de la película.
Hay varias teorías de porqué esto es así y qué se debería hacer. Chris Thilk, de Movie Marketing Madness, opina que esta dejadez es debida a que se prioriza la presencia en redes sociales al uso de la web, de forma que está quedando como una herramienta anticuada que sólo sirve para mostrar el trailer en una calidad decente y poco más. El problema principal que vé en estas webs es su corta durabilidad, apenas uno o dos meses en su mayoría, de forma que las distribuidoras prefieren enfocar sus esfuerzos en redes sociales donde pueden actualizar sus materiales e interactuar (mal, porque en muchos casos no responden a los usuarios) con el público.
Estoy basicamente de acuerdo con el diagnóstico de Chris, sin embargo difiero en parte con el tratamiento. Él opina que va siendo hora de que las distribuidoras creen cada una su propia web central desde la que comuniquen todas sus películas, en lugar de una cada vez. No confundir con lo que hacen ahora, que es alojar las webs de sus películas, distintas cada una, en el site de la distribuidora, de forma que cuando entras en la web de la película tienes que pasar por la home corporativa para llegar. Él se refiere a que deben crearse una imagen online de marca que sirva como paraguas para promocionar todas sus películas, de este modo existe la posibilidad de interesar, informar y fidelizar en el tiempo a los espectadores.
El concepto es crear una sitio central desde el que comunicar los próximos estrenos e interactuar con los usuarios, el lugar al que llegar desde las redes sociales.
Esta teoría, siendo interesante no parece aplicable, dado que el tipo de películas que estrena cada año una distribuidora son muy distintas entre sí, no parece lógico que tengan cabida en el mismo lugar un largometraje de animación y un drama adulto. Sin embargo sí pueden ser interesantes una serie de sites temáticos independientes, ajeno a las distribuidoras, que sirvan del mismo modo se que proponía en párrafo anterior. Cada película se promocionaría en estas webs oficiales con sus propuestas para extras, juegos y concursos para atraer al público.
Fuente : www.articuloz.com