En las novelas de Ian Fleming, el agente conducía un Bentleys aunque en la primera película el agente aparecía con un Chevrolet Bel Air convertible. Otras marcas de coches como BMW o Rolls-Royce también han servido para las peripecias de Bond. Todos ellos incluían accesorios que los hacían únicos, como por ejemplo el Lotus Esprit, que se convertía en submarino en "la espía que me amó" protagonizada por Roger Moore.
Para el coche submarino de Bond no hay seguros de auto posible como tampoco los hay para el modelo de coche más humilde del espía. Éste fue el Citroën 2CV, que sería para una persecución en un olivar en España. Sin embargo, la realidad es que el rodaje de la escena se hizo en Grecia. La marca de coches francesa aprovechó el film para sacar al mercado una edición especial, llamada 007. Este modelo era, como el del film, amarillo e imitaba agujeros de bala.
De todos estos modelos el DB5 del 64, un clásico deportivo es el protagonista. De hecho, ha estado presente en seis de sus películas: del agente: Goldfinger, Operación Trueno, Golden Eye, El Mañana Nunca Muere , Casino Royale y Skyfall. En esta última,el complemento ideal eran las ametralladoras instaladas bajo los faros del automóvil y asiento del copiloto autopropulsable. Por este modelo se pagaron 4,1 millones de dólares en una subasta. Esta vez sí, y por el bien del comprador, esperamos que hubiera un seguro de automóvil para esta joya cinematográfica y del motor.
Fuente: www.articuloz.com