Tengas o no mucho dinero para gastar, existen algunas maneras de calcular cuánto destinarás de tu presupuesto total a la compra de tu vestimenta.
1. El método histórico
Si llevas una cuenta detallada de todos tus gastos, a mano o por computadora, generalmente podrás encontrar este ejercicio como un esfuerzo muy pequeño. Simplemente marca la cantidad de dinero que has gastado anualmente durante los últimos años y luego compara uno con el otro.
Si tus hábitos de gasto son bastante predecibles, las cantidades serán probablemente similares en cada año. Si has experimentado un cambio de trabajo que afectó tu guardarropa considera que impacto tuvo ese factor en tu historial de gastos de ropa.
Simplemente determina que impacto pudo llegar a tener este cambio (como afectó tu economía hogareña, por cuanto tiempo) y ajusta tu presupuesto para la ropa a este cálculo. Si el monto te parece algo alto o bajo en proporción con el resto de tus ingresos y gastos, puede que necesites ajustar tus hábitos de consumo para satisfacer tus objetivos de compra.
2. El método del porcentaje
Aquellos que no suelen guardar un registro de sus ingresos y gastos, o bien quiénes desean un cálculo que les dé una respuesta más precisa, pueden utilizar el método del porcentaje.
Este método sirve para destinar un porcentaje fijo de sus ganancias para los gastos específicos. Como estas cifras pueden variar bruscamente dependiendo de tu situación particular (independiente, empleado, casado, soltero, etc.), utiliza éstos márgenes sólo como guías de consulta para formar tu presupuesto y luego ajusta lo necesario a tu situación determinada:
Hogar: 20-35%
Impuestos: 15-35%
Comida: 15-35
Ropa: 3-10%
Transporte: 6-20%
Entretenimiento: 2-6%
Ahorros: 5-9%
Misceláneos: varía
Antes de que utilices esto como una clase de permiso para dirigirte a tu tienda preferida para gastar el 10% de tu salario anual en ropa, hay un par de cosas que necesitas tener presente:
Tu estilo de vida
Si vistes un uniforme para trabajar, para hacer tus tareas domésticas o en un ambiente ocasional, o estás retirada o estás por hacerlo, es posible que no debas gastar más de un 3-5% de tu presupuesto en ropa (o menos).
Si sueles ser fotografiada regularmente, eres un funcionario público, hablas en público, das conferencias, o ganas mucho dinero por tus productos o servicios, necesitarás gastar más en tu guardarropa, cerca del 7-10%.
Las necesidades de cada dependiente
Si estás casada y crías a niños, necesitas separar el presupuesto entre cada uno de los miembros de la casa.
Con tu hijo/a adolescente (o el pre-adolescente) no tengas ninguna duda de que será requerido a gastar un presupuesto considerable para comprar ropa con símbolos de estatus de su grupo de amistades, no lo hagas; la distribución se debe basar en los requisitos de cada uno y en la forma de vida de la persona. Mira tus ingresos y las necesidades de los chicos primero, y después decide a tu criterio que va para cada miembro de la familia.
De manera que si, por ejemplo, papá hace programas de computadora para un hospital, mamá vende diamantes, Diego está muy implicado en los deportes y Susi es el tipo de estudiante que prefiere los libros a los amigos, las asignaciones serían las siguientes:
· Mamá debería gastar la mayoría, en productos de mucho nivel
· Diego debería usar principalmente ropas de la escuela, de deportes y uniformes
· Papá un atuendo informal, de bajo perfil, por su ambiente de trabajo
· Susi ropa para la escuela y algunas otras prendas ocasionales de vestir
Es decir, determina las necesidades por cada persona y después gasta de forma acorde.
Lo que sea que hagas, no escatimes ropa de tu propio guardarropa para vestir a tus hijos. Si bien ésta es una practica muy común en una gran cantidad de familias, es muy ineficaz: la mayor parte del dinero se usa para la ropa que es utilizada muy poco y tiene una moda efímera, mientras que la menor cantidad es la que va para la ropa que más se usa y necesitaría ser utilizada para cuestiones muy importantes, como agasajos o negocios.
Cuanto más elegante te veas, más oportunidad de recibir un mejor salario tendrás, y cuanto más pobre luzcas, menos aceptarán pagarte por tus servicios. Por lo tanto, nunca debes sacrificar tus propios objetivos de imagen para comprar ropa costosa que te piden tus hijos, pero que seguramente pasará de moda y será olvidada por ellos a los seis meses.
En su lugar, pon tus propias necesidades como primera prioridad, lo que te dará la posibilidad de lucir muy bien, aumentar tus ganancias y tener más dinero para gastar en ropa para todos los miembros de tu familia. ¿No tiene eso más sentido?
Tus gastos y deudas
Este plan completo de gastos debe ser efectuado con base en el efectivo que ganes, y si es que no tienes ninguna deuda. Si estás llevando a cabo muchas deudas, desde las más pequeñas de la tarjeta de crédito hasta tu hipoteca o la cuota del coche, entonces necesitarás reducir tus gastos al mínimo hasta que hayas cancelado tus cuotas con los acreedores.
Si todavía estás pagando el resumen de tarjeta de crédito por la ropa comprada el año pasado, o bien el de un viaje que hayas realizo, no agregues a tus apretadas finanzas más deudas, o estas compras de ropa podrían resultarte una tortura en el futuro, cuando las tengas que pagar con atraso y altísimos intereses.
Toma el estilo de bajo perfil mientras completas la cancelación de tu deuda, y después reajusta tu presupuesto todo lo necesario como para volver a establecer una planificación ordenada.
¿Qué es lo principal?
Si te cuidas de permanecer dentro de tu presupuesto, gastarás menos, harás compras de ropa más sabias, enseñarás a tus chicos cómo manejar el dinero apropiadamente, y podrás armar tu guardarropa (y presupuesto) lo suficientemente bien como para vestir muy elegante y apropiadamente durante tu retiro y los años por venir.
Entonces, ¿cuánto dinero debes gastar en tu vestimenta?
Lo suficiente como para ayudar a verte bien, sentirte cómodo, agrandar tus ganancias, y no complicar tus planes financieros. Ni más, ni menos