Pero no es así. Monterrey es una ciudad inminentemente industrial. Las primeras mega factorías que se instalaron como la Cervecería Cuauhtémoc, La Fundidora de Fierro y Acero, la Vidriera Monterrey y Hojalata y Lámina, se establecieron en las orillas de la entonces incipiente ciudad.
Pronto, el desarrollo urbano engulló las factorías y asentamientos irregulares y normales se establecieron alrededor de las factorías que dicho sea de paso, han invertido miles de millones de dólares en sus procesos de reconversión industrial para disminuir efectos contaminantes.
No así las pedreras que son unas cuantas y que contaminan indiscriminadamente el ambiente de Monterrey.
Lo malo del asunto es que ya se politizó el tema al asumir un diputado y el alcalde del municipio de Santa Catarina, ambos del Partido Acción Nacional la defensa del medio ambiente, pero entintado de política.
Y parco que es, el Gobernador del Estado, José Natividad González Parás responde con un débil “quizá” ya es tiempo de que se vayan, en alusión a las pedreras contaminantes.
Lo que recuerda el caso del llamado mejor Gobernador de Nuevo León, Alfonso Martínez Domínguez que sacó a las pedreras del municipio de Monterrey y las mandó a lo lejos, a Santa Catarina en donde ahora operan.
Pero, voraz, la mancha urbana volvió a engullir la industria y el problema es ahora grande. Ya en el pasado inmediato, el Gobernador Fernando Canales Clariond les extendió por cinco años más la licencia de explotación de las montañas y cerros. Ese plazo expiró en el 2006.
Pero es política del actual Gobernador González Parás el dejar pasar, el dejar ser. Con un simple decreto pondría orden.
Pero hay que ver que empresarios son. Ahí comprenderíamos muchas cosas.
Por lo pronto, la polución compuesta por partículas menores a 10 micrómetros y hasta de 2.5 micrómetros son perjudiciales para la salud porque entran directo a los alvéolos de los pulmones y pueden ocasionar la muerte.
Este Gobernador se va el año que entra. Y dudo que haga algo al respecto.
Al Portador...
Qué difícil es establecer la legalidad en medio de una maraña de intereses.
Fuente: www.articuloz.com