La gran masa de estos microbios son saprofitas es decir incapaces de producir enfermedades en el hombre. Por esto ninguna epidemia puede ser producida por microbios transportados naturalmente por el viento.
El viento es un factor de primer orden por el arrastre de sustancias a distancias de centenares y miles de kilómetros de modo que no podemos afirmar que son solamente las ciudades las que sufren el efecto de sustancias nocivas.
Escierto que la atmósfera de muchas ciudades está saturada de sustancias extrañas que desalojan los gases normales del aire, por su naturaleza gaseosa y eso en la proporción en que tienden a ocupar su sitio. Por ejemplo, la ciudad de Tokio es hoy una populosa urbe de 16,2 millones de habitante.
Allí la contaminación alcanza niveles peligrosos. Ello ha dado motivo a reacciones de protesta en especial en el ámbito estudiantil. El consejo de europa el 14 de setiembre de 1967 definió así la polución atmosférica. "Hay polución del aire cuando la presencia de una sustancia extraña o una variación importante en la proporción de sus constituyentes es susceptibles de provocar un efecto nocivo, teniendo en cuenta los conocimientos científicos del momento o de crear una molestia".
En London la lucha contra el smog excesivo de la ciudad permitió reducirlo a partir de 1956. En Pittsburg (USA) el smog era una niebla espesa permanente sobre la ciudad. Se logró limpiar correctamente el aire liberándolo de sustancias nocivas.
La atmósfera ha sido siempre localmente alterada. La composición normal del aire es un valor promedio de miles de muestras a diferentes latitudes. El advenimiento de la era industrial con la profusión creciente de chimeneas de cerámicas, acerías y fábricas diversas, comenzó a observar el aire de las ciudades con variedad de partículas contaminando también con sustancias volátiles invisibles.
La civilización industrial en avance, ha modificado de cabo a rabo nuestro entorno. Este fenómeno es sin duda irreversible en una amplia extensión: aunque un esfuerzo limitador de muchos de esos cambios del medio natural está vigente y en marcha propulsado por la difusión del conocimiento ecológico.
Los principales y nás nocivos contaminantes son naturalmente componentes anormales del aire. En su constitución normal el aire contiene: 78% de Nitrógeno(N2), 21% deOígeno(O2), 0,93 de Argón(Ar), 0,03% de Dióxido de Carbono(CO2), 0,018% deNeón(Ne), 0,005% de Helio(He), 0,002% de Metano, 0,00008% de Kripton(Kr), 0,001% de Hdrógeno(H2), 0,00006% de Xenon(Xe) y un 0,0001% de Oxidos de Nitrógeno, vapor de agua en un % muy variable y en proporción de millonésimas, miles de moléculas orgánicas de origen vegetal.
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Fuente: www.articuloz.com