El video que promociona la última colección de New Yorker es digno de atención. El espectador tiene delante nada más que vapor que circula y echa miradas. Eso se parece a una danza de apareamiento, debido a que todo el tiempo se oye en el fondo una voz masculina. Esa misma o bien rapea o bien recita un poema. Justamente esas palabras de hombre nos muestran no solamente como se parecen o se diferencian los hombres y las mujeres, sino también nos revelan cual es el proyecto de New Yorker para la temporada de verano que ya se acerca. Es una combinación de lo femenino y sutil con un fuerte tono masculino. Vemos una cantidad significante de bolsillos. Siendo un estilo unisex, subraya lo mejor de cada sexo.
¿Es ella – yo – y yo soy ella? ¿Somos uno? Esas palabras suenan como una mantra que es conocida por cualquier persona que alguna vez amaba y vivía la circunstancia cuando era difícil de saber de quien pertenecía cada cuerpo. ¿Somos individuos o unidos para toda la eternidad. Somos tan diferentes, pero tan semejantes al mismo tiempo. ¿Nos podemos unir con la ropa? Podemos. Basta con echar un vistazo y escoger nuestra otra piel.
https://www.newyorker.de/pl/moda/denim-2013/