Las chimeneas ecológicas o bio-chimeneas consumen un combustible llamado bioetanol, un producto 100% natural y finamente destilado. El bioetanol, al consumirse, se desprende en la atmósfera en una cantidad de CO2 idéntica a la absorbida por la planta de donde proviene, y es por esto que se considera el bioetanol como una energía renovable, ya que el equilibrio en CO2 es neutro. Asimismo, además del CO2 (cuya emisión es equivalente al de 3 velas), las chimeneas de bioetanol emiten únicamente vapor de agua y no producen humo ni olor, lo que las convierte en una energía altamente ecológica.
Otra de las ventajas de las chimeneas ecológicas, además del hecho de no emitir humos ni olores, es que no necesitan conducto. Esto tiene dos ventajas: en primer lugar, nos ahorra la laboriosa tarea de construir una salida para el humo de la chimenea. Además, aproximadamente dos tercios (2/3) del calor del fuego de una chimenea se pierde a través del conducto, de modo que, al carecer de conducto, las chimeneas biológicas de bioetanol multiplican su capacidad calorífica por 3.
La capacidad calorífica de una bio-chimenea es, además de ecológica, de alto rendimiento y muy económica. Esta capacidad de calefacción depende de la cantidad de etanol que consume por hora. Esta cantidad varía de un modelo de bio-chimenea a otro y oscila entres los 0,3 y los 1,2 litros por hora. Teniendo en cuenta que el poder calorífico del bioetanol es de aproximadamente 5250 vatios por litro de etanol por hora (el equivalente a dos buenos radiadores eléctricos), el consumo es un 50% que el de la madera y el poder calorífico un 50% mayor.
El etanol es un tipo de alcohol cuyo origen es biológico y agrícola. El bioetanol se produce a partir de materia vegetal por la fermentación de plantas que contienen sacarosa, como la remolacha y la caña de azúcar, o almidón, como el maíz y el trigo, o mediante lo que se conoce como hidrólisis enzimática. Además de cómo combustible para la chimeneas biológicas, el etanol es un biocarburante o agrocarburante utilizado en la agricultura.
Existen distintos tipos de chimeneas biológicas para equipar mejor el hogar o el lugar de trabajo de forma sostenible y responsable. Las chimeneas de bioetanol de pared tienen la misma función que las chimeneas tradicionales, con la ventaja añadida de no necesitar conducto. Si usted ya cuenta con un hogar para la chimenea, los quemadores de bioetanol están diseñados para ser colocados en lugar del fuego tradicional. Asimismo, existen las chimeneas móviles, con quemador regulable, y que pueden transportarse y trasladarse a distintos puntos de la vivienda o la oficina.
Las chimeneas ecológicas de etanol son pues una opción ecológica, sostenible, económica, eficiente y funcional para dar calor a su hogar o a su lugar de trabajo. Además, su diseño elegante e innovador las convierte en productos atractivos y en verdaderas chimeneas decorativas. Así pues, el bioetanol para chimeneas es un combustible limpio, eficaz, práctico y asequible.
Fuente: www.articuloz.com