Todo esto puede causar problemas en el vehículo bastante más caro de solucionar que si se hubieran tomado las medidas con un tiempo prudencial. Siempre que se tenga que comprar un coche y hacer una primera selección entre los elegidos sin la necesidad de llevar todos los coches a un taller, podremos mirar por nuestra cuenta algunos puntos importantes.
Comprobar que el vehículo haya pasado revisiones y pedir los recibos que demuestren cuándo se han hecho los últimos cambios, es algo totalmente necesario. Hay que pensar que se va a comprar un vehículo y que implicará un desembolso de dinero importante. Se debe comprobar el estado y color del aceite, líquido de frenos, vida de los neumáticos y amortiguadores, ya que en caso de ir a pasar la Itv nos podría suponer un dinero extra.
Estamos en el derecho de pedirle al actual propietario que encienda el coche para que escuchemos el motor, a parte de observar el coche desde el exterior. Especialmente hay que observar el humo que pueda salir del tubo de escape, ya que si el color es azul, nos indicará que el coche está consumiendo aceite y que el motor está en mal estado o que puede ser viejo. En caso de ser blanco será que no pasa suficiente cantidad de gasolina o gasóleo a la mezcla de la combustión y en caso de ser negro habría exceso de combustible.
Si nos ponemos al volante deberíamos asegurarnos de que la dirección asistida va bien a ambos lados y comprobar que el vehículo no se va para los lados si se suelta el volante cuándo se va en línea recta a una velocidad entre sesenta y noventa km por hora. Así como los frenos, el pedal debe de vibrar como prueba de que el ABS está activo, en caso de tenerlo.
Cuando se tengan algunos decididos, un mecánico de confianza debería de revisarlo antes de su adquisición.
Fuente: www.articuloz.com