Viernes, 24 Mayo 2013 20:58

Aceite De Jojoba

El aceite de jojoba es un producto natural que se extrae de las semillas de la planta que lleva su nombre (también conocida como Simmondsia Chinensis). Es un arbusto originario del desierto de Sonora, al norte de México.

Los mexicanos y los nativos americanos han estado usando durante mucho tiempo el aceite de jojoba como restaurador y acondicionador del cabello, como medicina, como alimento y para sus rituales. En la actualidad, el aceite de jojoba se usa como lubricante, ya que no se descompone bajo alta presión y temperatura, y en la industria de la perfumería y cosmética.

Aceite de Jojoba: Composición

El aceite de jojoba no es un aceite, sino una cera líquida. Es muy estable a temperaturas extremas, biodegradable, no tóxico y no se hace rancio (se ha comprobado que una muestra de 25 años de aceite de jojoba es químicamente igual que una de semillas recién recogidas). Tiene una estructura molecular limpia, apenas tiene impurezas y es poliinsaturado.

En su compleja composición hay un 96% de ceramida, lo que hace que resulte extremadamente estable al calor y a la oxidación, conservándose perfectamente con el paso del tiempo y manteniendo íntegras sus propiedades. Las ceramidas son sustancias las cuales recubren las células de la epidermis, regulando su hidratación. Las ceramidas del aceite de jojoba son muy similares a las de la piel y actúan ahí donde se necesita, ejerciendo una profunda hidratación y reestructurando el equilibrio graso de la piel.

Aceite de Jojoba: Propiedades y Usos en Cosmética

El aceite de jojoba es un excelente emoliente, completamente capaz de mezclarse con el sebum, una especie de cera que se deposita en los folículos pilosos y que es causante de la caspa y la seborrea del cabello, pelo partido, pelo excesivamente seco o graso, frente aceitosa, picazón y finalmente la "pérdida de cabello". En este sentido, el aceite de jojoba penetra y disuelve los depósitos sebáceos, siendo importante para la regulación de la secreción sebácea excesiva de la piel y del cabello, estimulando así el crecimiento rico y abundante del cabello.

 

A diferencia de las sustancias altamente oclusivas, el aceite de jojoba reduce significativamente la pérdida de agua transepidérmica sin bloquear totalmente el transporte de gases y vapor de agua, permitiendo, de este modo, el funcionamiento óptimo de las glándulas sudoríparas.

El aceite de jojoba es muy efectivo para controlar la exfoliación, escamación y sequedad de la piel. Debido a su capacidad de mezclarse con el sebum, añade una capa lipídica no grasa a la piel que retarda la escamación hasta el punto de que se aproxima a la eficacia del aceite mineral. Tiene enormes propiedades de lubricidad y extensibilidad y deja un tacto aterciopelado en la piel.

El aceite de jojoba penetra fácil y profundamente, suavizando y protegiendo la piel. Como rico humectante, regula el paso de agua del interior hacia el exterior y viceversa, por lo que ayuda a prevenir las arrugas, otorgando tersura y juventud a la piel. Actúa como tratamiento cosmético efectivo y natural contra las espinillas, barros, puntos negros, seborrea, irritaciones, sarpullidos y otras afecciones de la piel.

Estudios recientes han probado la actividad antioxidante de la jojoba. Esta actividad está relacionada con su contenido de tocoferoles.

La jojoba se utiliza especialmente en el caso de personas que sufren de deshidratación y sequedad extrema en la piel, en personas mayores y aquellas con afecciones de la piel que presentan escamación y desequilibrios de sebum. Las cualidades anti-inflamatorias de la jojoba la hacen adecuada para tratar alteraciones de la piel provocadas por inflamación.