parte de la humanidad.
No deja de fascinarme la reacción que causa sobre la mayoría de los que serán después fieles aficionados. Actualmente es relativamente fácil que cualquier persona de cualquier lugar del mundo a sólo un clic en su ordenador.Pero lo que realmente me fascina es el como una persona de Corea o Japón en el año 1967, viendo solamente una vez una actuación de cualquier artista flamenco despertara en ellos tal emoción que dejarán su país rumbo a España con el fin poder alimentar esa necesidad casi biológica de descubrir todos los secretos de ese genero musical, o de ese baile que hacia quebrarse a aquella bailaora que transformaba su rostro a medida que la musica y el cante le guiaba por ese laberinto de sensaciones que conmovía y estremecía al público atónito ante tal manifestación artística y visceral.
Actualmente Javier y Yolanda residen en Pekin desde hace mas de 2 años y se encuentran en el lugar en el que se han ido encontrando otras personas a lo largo de la historia en la que el flamenco se ha ido asentando en cada uno de los países donde hoy en día es una alternativa artística más.
Ambos llevan a cabo la difusión y promoción del flamenco en Pekin, a través de su propia escuela donde enseñan a bailar flamenco y donde insisten en la educación de los estudiantes referente a la importancia de entender la magnitud de este arte y mantener ese tipo de enseñanza alejada de estereotipos confusos no es tarea fácil.Pero es el camino que les ha dictado su conciencia profesional y personal, sin caer en la equivocación de aprovecharse del desconocimiento general de la gente para vender flamenco de saldo llevando esa confusión a cotas más altas.
En su etapa asiática se han encontrado con una serie de personajes chinos y lo que es mas grave, españoles, que se dedican a ese flamenco de saldo sin preocuparles nada mas que llenarse el bolsillo y hacerse llamar FLAMENCOS.Pero por suerte al igual que hay gente que no merece ni un renglón mas de este articulo, existe otro tipo de personas que de verdad se interesan porque el flamenco se convierta en lo que ya es en la gran mayoría del mundo. Un arte respetado y admirado y no una locura de movimientos de falda y porrazos de pies contra el suelo sin sentido y maltratando al compás de una manera sádica y sin compasión.
La idea de "trabajar y sudar" actualmente asusta, pero es la única manera de poder llegar un día a hacer algo mínimamente correcto en el flamenco, pero así es esto. Nadie se hace bailaor, tocaor o cantaor de la noche a la mañana y de momento está costando hacer entender esta basica norma imprescindible para poder aprender, pero estos dos pioneros no cejarán en el empeño, y equivocándose muchas veces y acertando en otras cuantas conseguirán poner su granito de arena en el asentamiento del flamenco en china y facilitar la llegada de nuevos flamencos a estas tierras para ir agrandando la raiz flamenca en estas tierras.
Fuente: www.articuloz.com