Sábado, 14 Septiembre 2013 09:12

Visita A La Catedral De Palma De Mallorca

Todo el mundo asocia Mallorca a playas de arena blanca, pero la isla ofrece mucho más a los visitantes. Por ejemplo, su capital, con la segunda iglesia gótica más alta de Europa y un entramado de calles medievales repletas de edificios señoriales, boutiques y tiendas de diseño. Antes de visitar la Catedral de Palma de Mallorca, se puede dar un paseo para conocer un poco Palma empezando en la plaza de España, junto a la estatua ecuestre del rey aragonés Jaime I el Conquistador, primer monarca cristiano de la isla.

Desde allí, tomando las animadas calle San Miguel, y las plazas del Olivar y Madre de Dios de la Salud, se llega a la Plaza Mayor porticada.

Nada más salir de ella en dirección al mar aparecen dos bellos edificios de estilo modernista: el Gran Hotel, del barcelonés Lluís Domènech i Montaner, en cuya fachada destaca la decoración con esculturas y cerámicas, y Can Rei, recubierto mosaicos policromados.

Continuando por la calle Argentaria se puede ver primero el templo gótico de Santa Eulalia y después la plaza de Cort (del Ayuntamiento), con un peculiar árbol en el medio y con la Casa Consistorial, un elegante edificio barroco con un gran balcón y el tejado en voladizo, ambos de madera noble.

Desde allí, la calle del Palacio Real lleva hasta el bonito Palacio de la Almudaina y desemboca por último en la Catedral, una joya del gótico, según se cuenta aquí. Se comenzó a edificar en el siglo XIV y cuenta con tres naves dividida por esbeltas columnas y profusamente iluminadas por más de medio centenar vidrieras.

En su interior destacan la Capilla Real y la Capilla del Santísimo Sacramento. La primera, diseñada por Antonio Gaudí, está presidida por un impresionante Baldaquino que cuelga sobre el Altar Mayor y ricamente decorada. La segunda ha sido una obra muy polémica ya que su estilo es completamente diferente a lo que se suele ver en una catedral de varios siglos de antigüedad. Fue decorada decorada en 2007 por el artista mallorquín Miguel Barceló con un gran mural de cerámica que muestra un mar embravecido en el que asoman extraños peces y calaveras.

Después de visitarla, se puede dar un agradable paseo por los restos de las antiguas murallas, el anexo parque de la Mar y la avenida de Gabriel Roca, que transcurre junto al mar, para volver luego al centro neurálgico de la ciudad, la zona entre el Paseo del Borne, la avenida del Rey Jaime III y la calle Unión, lleno de vida gracias a la decenas de bares, restaurantes, tiendas y boutiques que lo pueblan.

Para concluir este recorrido por Palma de Mallorca lo mejor es acercarse hasta el mirador del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo del Baluarte para disfrutar de sus vistas sobre la Catedral, el Palacio de la Almudaina y el Paseo Marítimo, y hasta el Castillo de Bellver, el único circular de España. Está situado a las afueras de la ciudad por lo que es necesario ir en coche o en transporte público, pero merece la pena el esfuerzo porque está casi igual que cuando se construyó en el siglo XVI y porque además desde sus murallas se ve toda la hermosa bahía mallorquina.

Fuente: www.articuloz.com