No por el simple hecho de ingerir morifina o pastilla para el dolor ya quiere decir que abusas de la sustancia. Es cuando desarrollas una tolerancia o adicción a la misma que tu cuerpo se hace químicamente vulnerable a los efectos de largo plazo de estas sustancias. Es entonces cuando es necesario buscar ayuda profesional.
Intentar dejar el abuso de los opiáceos individualmente y sin el monitoreo de los expertos puede resultar en efectos secundarios como insomnio, ansiedad, dolores corporales, vómito, nausea, sudoración excesiva, calambres abdominales, entre otros muchos síntomas incómodos.
Es por ello que debes buscar ayuda profesional en un centro de rehabilitación para las adicciones. Ya sea que te internes en uno de ellos por al menos 30 días (aunque se recomiendan programas de 60 y hasta 90 días para tener mejores resultados), o sigas tu rutina diaria de trabajo y escuela pero constantemente yendo a terapias de desintoxicación y rehabilitación psicológica. Es muy importante que sea cual sea el programa que elijas, siempre estés comprometido a mantener la sobriedad para poder continuar con tu vida.
Fuente: www.articuloz.com