Domingo, 09 Junio 2013 21:01

La Dieta Mediterránea

Diversos estudios han demostrado que este éxito puede ser atribuido, al menos en un 50%, a los cambios en los estilos de vida que se han logrado en esas poblaciones gracias a las medidas de prevención

adoptadas, tales como modificación de hábitos alimenticios, control y tratamiento de la hipertensión, abandono del hábito tabáquico, práctica de ejercicio físico, etc. más que a los grandes avances de la cardiología que han contribuido en menor medida al éxito alcanzado, contrariamente a lo que se pensó en un primer momento.

De entre los factores de riesgo conocidos, que son aquellas características que condicionan a un sujeto o a una población a enfermar"cgnmayor facilidad de cardiopatía coronaria, los niveles de colesterol en singre y sus alteraciones, se sitúan en primer lugar. En la actualidad, no existe duda ninguna acerca de la correlación entre las cifras del colesterol de una población y la mayor aparición de cardiopatía coronaria.

Se reduce el colesterol se reduce consecuentemente, la mortalidad coronaria

Es indudable que la forma de alimentarse influye decisivamente sobre los niveles de colesterol de una población determinada aunque también es cierto que las cifras de colesterol vienen de- terminadas no sólo por la alimentación sino también por factores genéticos.

En el Mediterráneo confluyen tres continentes y multitud de culturas. En las tierras que lo circundan han nacido religiones, filosofías y teorías políticas. El Mar ha servido de camino para el intercambio de lascreaciones y costumbres de los pueblos. El clima homogéneo del Mediterráneo ha propiciado una alimentación específica y valiosa.

España ha sido a lo largo de los siglos un punto de llegada y permanencia de otros pueblos mediterráneos que nos han aportado sus hábitos alimentarios, enriqueciendo nuestro patrimonio.

Estos datos recientes sugieren que dentro de la Dieta Mediterránea e independientemente de las cifras de colesterol, existen sustancias protectoras que actúan impidiendo la oxidación del colesterol y el inicio y la progresión de la lesión aterosclerosa propia de las enfermedades cardiovasculares.

De estas consideraciones, algunas de las cuales son muy actuales, se deduce que la Dieta Mediterránea sigue vigente y que su beneficio se produce al conseguir cifras reducidas de colesterol y al mismo tiempo, impediro dificultar su oxidación y con ello, el proceso de formación de lesiones esclerosas en las arterias.