Es tanto el ruido mental que a veces acumulamos, que nuestras ideas se acumulan y es difícil discernir entre lo que es beneficioso y lo que no resulta adecuado para cada persona.
Para ello hay que hacer un verdadero esfuerzo de observar nuestros pensamientos y comenzar a elegir entre todas las opciones aquella que nos venga bien.
Muchas de las veces no nos resulta fácil porqué:
El ritmo que llevamos es tan rápido que no nos permite parar.
A veces la cantidad de pensamientos que pasan por nuestra cabeza son tantos que no podemos tener claridad de pensamientos y hay como un aturdimiento general
También a menudo la cabeza nos juega malas pasadas atrayendo un pensamientos que generalmente no es muy gratificante y nos hace caer en la incertidumbre.
Cuando estos pensamientos negativos se repiten una y otra vez se convierten en OBSESIONES.
Las obsesiones tienen la peculiaridad de hacernos pensar que todo a nuestro alrededor ocurre como nosotros estamos pensando, con lo cual cada vez parece más dificil salir de ese estado y la obsesión tiende a perpetuarse.
Se preocupan mucho del pasado o del futuro.
Tienen generalmente carencias afectivas profundas por resolver.