La aparición de los primeros teléfonos inteligentes dio pie a las compañías a investigar para superar la inteligencia de sus terminales con nuevas funciones y características cada vez más sorprendentes. El primer reto está superado: que tu teléfono te permita conectarte a Internet en cualquier momento y en cualquier lugar. Además, los smartphones del presente cuentan con muchas más características increíbles: son auténticas consolas en las manos de cualquier usuario, funcionan además como una oficina virtual que permite hacer conferencias, presentaciones o gestiones bancarias a través del móvil, cuentan con aplicaciones prácticas para el día a día y además han experimentado un gran avance en comunicación.
Todo ello hace que el atractivo de este tipo de terminales aumente y por ello hayan tenido una implantación rapidísima en la sociedad. Sin embargo, cada mes o incluso cada semana llega un nuevo smartphone con capacidades nuevas y sorprendentes que hacen que el terminal que te compraste hace solo una semana pierda todo su valor. Además, este tipo de terminales son mucho más caros porque su fabricación es más costosa, al igual que las investigaciones que tiene detrás.