Viernes, 01 Noviembre 2013 20:55

¿Cómo Conducir En Invierno?

Para conducir en invierno, en primer lugar hay que conocer los límites, es decir, es más importante evitar una situación de riesgo que saber cómo salir airoso de ella. Así pues, el mejor automovilista es el que sabe evitar una pérdida de control y no el que sabe cómo controlar el vehículo en caso de pérdida de control del mismo. La regla de oro de la conducción en invierno es reducir la velocidad.

Otra norma importante que hay que saber es que invierno, cuando la carretera está resbaladiza, frenar bruscamente podría causar una pérdida de control del automóvil. Por esta razón, en invierno (y todo el año) es importante mantener la distancia de seguridad y evitar los cambios de dirección bruscos.

Del mismo modo que hay que evitar frenar bruscamente, también hay que evitar acelerar demasiado fuerte. Si aceleramos de golpe, podemos hacer que las ruedas motrices patinen. Para evitar la perdida de adherencia, se puede pasar a una velocidad superior. Así, puesto que la fuerza aplicada a las ruedas se reducirá, conseguiremos recuperar la adherencia.

Si a pesar de estas consignas perdemos la adherencia y el vehículo derrapa se puede recuperar el control del mismo, lo más importante es no dejar de mirar la carretera.Ser prudente en las curvas durante el invierno también es fundamental. Para no perder el control, es importante reducir la velocidad antes de penetrar en la curva aprovechando que la carretera todavía es recta. Una vez en la curva, hay que girar el volante suevamente y acelerar lentamente al final de la curva.

Para recuperar el control de un vehículo a tracción, si el derrape ha sido provocado a causa de un frenado brusco, hay que soltar por completo el pedal de freno. Si son las ruedas delanteras las que han perdido el contacto con la carretera hay que soltar suavemente el acelerador y pisar un poco el pedal de embrague, así daremos más peso al tren delantero del vehículo.

En el caso de un vehículo a propulsión, al igual que en el caso de un vehículo a tracción, si el derrape se produce por un frenado brusco hay que soltar completamente el pedal de freno. Si las ruedas traseras pierden la adherencia, hay que realizar un juego con el pedal de embrague y el de acelerador hasta recuperar la adherencia. Por último, para recuperar el control del coche, hay que girar ligeramente el volante en la dirección deseada.

Fuente: www.articuloz.com