Miércoles, 03 Julio 2013 20:38

La Cavitacion Permanece Como El Tratamiento Adelgazante Mas Efectivo

Muchas de nosotras conocemos esta técnica reductora de grasa localizada y celulitis. Fue en 2008 cuando aparecieron las famosas fotos del antes y el después, y con ellas una explosión de negocio sin precedentes en el mundo estético.

 

Recuerdo cuando marcas de primera línea lanzaron sus primeras máquinas. Los resultados eran tan espectaculares que Universidades como Oxford o Cambridge querían testearlos con premura, y allí fueron los principales fabricantes del mundo con sus relucientes máquinas de cavitación, algunas incluso prototipos, lo importante era figurar como los pioneros.

Y así nació una industria que sentaría las bases de las "técnicas no quirúrgicas para la reducción de la grasas y celulitis". Y es que los resultados no eran para menos, las reducciones eran semejantes a las obtenidas mediante liposucción quirúrgica tradicional. ¿Por qué pasar por quirófano?.

Los centros médicos de prestigio comenzaron a aprovisionar estos caros pero rentables aparatos y los cirujanos vieron cómo su negocio se resentía y les aparecía un futuro incierto.

Se movilizó la mediática, se consiguió prohibir la cavitación en algún País de referencia, pero la técnica era cada vez más exitosa y popular, ya era imparable, pero…

Desafortunadamente para la cavitación, llegó la salvación para la cirugía de la mano de China o también llamada "la fábrica del mundo", que no quería perderse tan jugoso pastel.  Comenzaron a crecer fábricas de equipos de cavitación como setas, unas en alguna habitación de una casa, otras más elaboradas, pero lamentablemente para la cavitación, muchas de ellas carentes de tecnología propia.

Si un equipo de cavitación de prestigio tenía un coste de unos 100.000€, podían encontrase equipos de procedencia China en una horquilla desde 400 a 2.000€. Y al Cliente todo se le vendía como cavitación…

Aparecieron las franquicias Low Cost con precios imposibles y poco después los portales de venta masiva que dividieron el precio a menos de la mitad. Estos bajos precios obligaron a poner a ejecutar los tratamientos a gente sin cualificar, no había margen, los fabricantes de prestigio vieron amenazado su negocio y recortaron de lo vital, la formación, ya no era gratuita, ahora había que pagarla, ya no la daba un Doctor, ya no duraba días sino horas, etc. Y en medio de esta vorágine, ya eran habituales para muchos los malos resultados reductores de la cavitación.

Los foros estaban llenos de experiencias positivas y negativas ¿a quién hacer caso?, ¿qué estaba ocurriendo?. La cavitación se convirtió en un fiasco para muchos pero otros veían cómo su celulitis y grasa localizada desaparecía, este era el pequeño hilo de sangre que seguía alimentando a tan polémica y decadente técnica adelgazante.

El Cliente se dio cuenta que debía pagar por un servicio de calidad y que el dicho de "nadie da duros a pesetas" era vigente. Los Centros de Estética volvieron a las marcas de prestigio, ahora con precios más asequibles, la formación se convirtió en un Baluarte, las Esteticistas tituladas y su experiencia se volvió a poner en valor, nacieron centros de cavitacion especializados, los resultados volvieron, ahora para quedarse.

Aparecieron otras técnicas adelgazantes que no prometían más que la cavitación, sencillamente tenían otro nombre, sin desgaste, nuevecito y reluciente. Así surgió la criolipólisis, ondas acústicas, el laser lipolitico, etc. pero ninguna de las técnicas conseguía a medio plazo los resultados de una cavitación bien diagnosticada y protocolizada. Y es que hablamos de una técnica que lleva más de 5 años con nosotros, que ha sido testeada y protocolizada por la gran mayoría de las Universidades de Medicina del mundo y decenas de miles de profesionales de la Medicina y la Estética.

La cavitación, realizada por un aparato que ciertamente Cavite, correctamente diagnosticada y ejecutada, es un tratamiento adelgazante realmente efectivo.

Fuente: www.articuloz.com