Miércoles, 19 Junio 2013 18:38

Relato De Viaje A Egipto

LLevabamos tiempo queriendo a ir a Egipto, a pesar de los comentarios de otros viajeros sobre lo pesados que pueden llegar a ser los egipcios, los timos continuos a los que se arriesga el turista y el coste demasiado elevado

en relación con destinos similares. Al encontrar una oferta de Royal que nos pareció interesante y en buena época (ya que plantearse ir en verano nos parece de locos) decidimos coger unos días para empaparnos de historia.

 

Salimos en lunes para pasar 4 noches en un crucero por el Nilo y 3 en el Cairo. Habiamos cogido el paquete con un barco SL (semilujo), cosa de lo que nos habiamos arrepentido al enterarnos que en la mayoria de éstos ni la calidad de las instalaciones ni la comida eran minimamente correctas. La sorpresa nos la dieron a la llegada, tras un vuelo de 4 horas, al incorporarnos a un barco L (lujo), el Nile Crown II. Aunque en el foro de viajes hablaban de algunos robos en los camarotes, nosotros no tuvimos ningún problema. El mayor inconveniente es que este barco atraca en las afueras de Luxor.

Aunque no habiamos cambiado en el aeropuerto ni había donde hacerlo cerca, vimos de que no era necesario cambiar mucho ya que casi todo el mundo pedía euros.

Tras cobrarnos los 34 € del visado y una primera reunion explicativa damos un breve paseo por los alredores. Volvemos al barco a hacer la cena, abundante, variada y con mucha pastelería. Eso sí, como era buffet y solo había un mostrador, habia que hacer colas.

El primer día nos llaman a las cinco y media de la mañana. Tras el desayuno y distribuir los grupos en los autobuses, vamos a la orilla Oeste del Nilo, a visitar el Valle de Los Reyes. Nuestro guia, Mubarak, da unas explicaciones muy completas pero larguisimas. Tampoco nos gusta lo pronto que nos pide los 20 € por cabeza para propinas.

La entrada al valle da derecho a visitar 3 tumbas (excepto la de Tuthankamon que venden aparte). Nosotros elegimos la de Ramses I (pequeña y bien conservada), la de Tutmosis IV (al final de una garganta y en 2 niveles) y la de Merneptah.

Tras una parada para visitar (e intentar vendernos) una fabrica de alabastro, seguimos hasta el único templo de esta orilla, el de la reina Hathshepsut, excavado en la roca y con tres plantas, donde nos caen una gotas.

Antes el volver al barco para el almuerzo, pasamos a ver brevemente los Colosos de Mennon.

A la tarde, y tras una parada en un banco para cambiar, seguimos para visitar en primer lugar el templo de Karnak, donde, tras las explicaciones, paseamos un buen rato por nuestra cuenta, y con posterioridad el de Luxor, en donde nos anochece. Tras una "visita" a una tienda de joyas, regresamos al barco para cenar e iniciar el crucero.

Tras navegar durante la noche, nos despiertan en la zona de la esclusa de Esna los gritos de los vendedores de chilabas, piedras, etc. desde sus barcas.

Tras el desayuno nos vamos a cubierta a tomar el sol y a esperar el paso de la esclusa, cosa que hacemos,debido a la cola de barcos, a las 11 de la mañana.

Después del almuerzo llegamos a Edfu para la visita al templo de Horus. En el pueblo hay un montón de pancartas llamando al boicot de los productos daneses.

A la caida del sol regresamos al barco para tomar un té con pastas y continuar con la navegación.

Cuando despertamos a las 7 de la mañana siguiente estamos atracados, junto con otro montón de barcos, en Kom Ombo. Desayunamos y vamos a visitar los Templos de Sobek y Haroeris durante una hora, tras lo cual reanudamos la navegación y seguimos cogiendo color en cubierta.

A la hora del almuerzo llegamos a Assuan. Como vemos que no nos van a dejar tiempo para comprar la visita a Abu Simbel por nuestra cuenta (en cualquiera de los hoteles o agencias del paseo te lo venden por entre 30 y 50 € la pareja) decidimos decirle al guía que nos apunte a la visita y pagar 170 € por los dos.

Empezamos la visita a Assuan por el Obelisco Inacabado y la presa, en cuyo camino se ve el templo de Philae a lo lejos. Ambas visitas son totalmente prescindibles.

A la vuelta nos paran en una tienda de perfumes, en donde nos venden esencia de la flor de loto.

Volvemos al muelle y embarcamos en una falua (nos dicen que la navegación seran 20 minutos, al final es casi hora y media), pasamos por las islas de las Flores y la Elefantina y tras desembarcar nos vamos a dar un paseo por el zoco.

Tras comprar unos escarabajos, regresamos al barco para tomar una cerveza en cubierta ver la puesta de sol, cenar y retirarnos pronto ya que toca madrugón.

 

A las dos y media de la mañana nos llaman para tomar un te, recoger una caja con picnic y pertrechados con almohadas subir al autobus, formar el convoy con el resto de buses y salir a las 4 h. hacia Abu Simbel.

Miles de personas se agolpan al amanecer en la entrada de los dos templos. Nosotros visitamos primero el de la reina Nefertari, en el que hay todavía poca gente y que nos gustó mas que el grande de Ramses II. Aunque ambos están tan restaurados que parecen de parque de atracciones.

Es incomprensible que dejen entrar a tanta gente, que permitan que algunos lo toqueteen todo y que hasta los pájaros aniden en el interior de los templos. Imagino que al final la UNESCO tendrá que tomar medidas. Las dos horas y media del regreso se hacen bastante pesadas.

Tras almorzar, pagar las bebidas y dejar el camarote,vamos de nuevo al zoco, ya que hasta las 6 no nos llevan al aeropuerto.

El avión sale con un poco de retraso , lo que hace que hasta la 1 de la mañana no estemos instalados en la planta 17 del Ramses Hilton (vistas geniales). El receptivo de Royal en el aeropuerto hace un monólogo explicativo fantástico, superando a los más consagrados actores del "club de la comedia".

Nos llaman a las 7 de la mañana para trasladarnos a Giza. El desayuno bufé del Hilton variadísimo.

Salimos a la caótica ciudad del Cairo: coches pitando constantemente, escombros en los tejados, calles sin asfaltar en cuanto sales del centro, basuras sin recoger...

Hace un día frio cuando llegamos prácticamente los primeros a las Pirámides. Mientras algunos entran en las de Keops y Kefren, nosotros nos dedicamos a pasear. Tras visitar la Esfinge, que está en restauración el guia nos lleva a una tienda de papiros. También nos ofrece hacer el almuerzo en un sitio de pescados. Como todo el mundo acepta vamos. Caro y con raciones mini.

Nos dejan en el hotel y nos vamos al Museo del Cairo, que está justo enfrente. Lamentable: Es una especie de almacen, donde todo está agolpado, sin orden lógico, lleno de suciedad, falto de iluminación ...

De hecho el tesoro de Tuthankamon está en una habitación a medio pintar y con un cubo de plástico para las goteras.

A la salida damos un paseo, comprando unos shawarma en un fast food para hacer la cena en la habitación.

Nos perdemos un buen rato por las calles comerciales y esquivando el escandaloso tráfico regresamos a descansar.

Tras el desayuno-buffet tomamos el metro (los dos primeros vagones reservados para mujeres. Mucho chador y burka. Hacía yo menos integristas a los egipcios) para ir al barrio Copto, donde en la iglesia de San Jorge están celebrando una misa dominical ortodoxa, con mucho canto e incienso. A la salida visitamos un cementerio, el convento de San Jorge, la gruta de la Sagrada Familia en la iglesia de San Sergio y una sinagoga. Nos gustó mucho su tranquilidad y el poder moverse por todos los monumentos sin pagos de entradas.

A la salida negociamos un taxi (de lo peor estar siempre regateando) para ir a la Ciudadela de Aladino para visitar su mezquita de Alabastro y el palacio Gawhara, decrépito y sucio a reventar.

A la salida damos un largo paseo pasando por las mezquitas del sultan Hassan y de Al-Rifai y el Museo de Arte Islamico hasta llegar al bazar Kham el Khalili, donde nos sentamos a tomar algo de comer.

Tras comprar algunas tonterias en un sitio donde, oh sorpresa, no hay que regatear, volvemos al hotel para descansar hasta la hora de la cena, que hacemos en una pizzeria (bastante buena la comida) en el centro comercial de enfrente del hotel.

El vuelo de regreso sale a las 8,30 pero nos llaman a las 4 de la mañana. A pesar de la hora nos preparan un desayuno en el restaurante, antes de ir al aeropuerto y tomar el avión de regreso a Madrid.

 

Fuente: articuloz.com