-Asegúrese de que la persona le está prestando atención y mírele a los ojos cuando estén hablando.
-Procure modular sus palabras para que pueda leer sus labios. Tenga su boca libre de comida, chicles (goma de mascar) o cualquier distractor. Asimismo, no tape su boca con sus dedos.
- Ayude la conversación con gestos y expresiones claras. Señale objetos si es necesario.
- Evite sonidos alternos que puedan alterar la comunicación. Cierre ventanas, apague el televisor, deje de cocinar.
- Trate de hablar hacia el oído bueno.
-Olvídese de gritar. Aparte de ser desagradable sólo conseguirá aturdir a su receptor. Los sonidos agudos son peores recibidos por aquellos que sufren de hipoacusia.
Ahora, si somos nosotros los que tenemos el problema auditivo...
-Deje la pena a un lado. Usted no es alguien extraño, sólo tiene disminución de su capacidad de oír.
-Indique que tiene un problema auditivo y que necesita que vocalicen bien, que le miren mientras hablan y procuren no elevar demasiado el tono el voz.
-Pida que le repitan si así lo requiere. Es mejor preguntar dos veces que decir sí cuando hay que decir no.
- Tenga a manos un lápiz y un papel para que nos escriban la palabra que no podemos captar.
- De vez en cuando vaya repitiendo lo que la otra persona le va diciendo para asegurarse de que el mensaje de esté entendiendo correctamente.
- En caso de tener un audífono, manténgalo en condiciones óptimas de aseo y volumen.
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Fuente: www.articuloz.com