Lunes, 30 Marzo 2015 09:19

Manejando el riesgo de inversión

Cuando usted invierte, toma ciertos riesgos. Con inversiones bancarias aseguradas, tales como certificados de depósito (CD), enfrenta el riesgo de la inflación, lo cual significa que posiblemente no gane lo suficiente a través del tiempo para mantener el mismo paso que el aumento en el costo de la vida. Con inversiones que no están aseguradas, tales como acciones, bonos y fondos de inversión, enfrenta el riesgo de que pudiera perder dinero, lo cual puede suceder si el precio baja y usted vende por menos de lo que pagó para comprar.

El hecho de que usted tome riesgos de inversión no significa que no pueda ejercer algún control sobre lo que ocurre con el dinero que invierte. De hecho, es todo lo contrario. Si conoce los tipos de riesgo que pudiera enfrentar, si selecciona los que está dispuesto a tomar y comprende cómo estructurar y equilibrar su cartera para crear un contrapeso a potenciales problemas, estará manejando el riesgo de inversión en beneficio suyo.

2. ¿Por qué tomar riesgos?

A este punto, la duda que usted pudiera tener es: ¿Por qué querría arriesgar perder una parte o todo mi dinero? De hecho, pudiera no querer arriesgar dinero que prevé que va a necesitar a corto plazo – para hacer el pago inicial de una vivienda, por ejemplo, o pagar una cuenta de matrícula para el próximo semestre o cubrir los gastos de una emergencia – o que no pueda darse el lujo de perder a largo plazo. No obstante, al tomar ciertos riesgos con parte de su dinero, existe la posibilidad de ganar dividendos o intereses. Además, el valor de los activos que compre podría aumentar a largo plazo. Por otra parte, si usted se concentra únicamente en las inversiones más riesgosas, es muy posible, hasta probable, que perderá dinero.

Para muchas personas, lo mejor es manejar el riesgo mediante la estructuración de una cartera diversificada que contiene varios tipos diferentes de inversiones. Esta orientación ofrece una expectativa razonable de que por lo menos algunas de las inversiones aumentarán de valor a través de un cierto período. Así es que aunque el rendimiento de otras inversiones sea decepcionante, sus resultados globales podrían ser positivos.

3. Tipos de riesgo de inversión

Existen muchos tipos diferentes de riesgos de inversión. Los dos tipos generales de riesgo son:

Perder dinero, lo cual se puede identificar como riesgo de inversión
Perder poder adquisitivo, que es riesgo de inflación
No es sorprendente que haya varias maneras diferentes en que usted pudiera perder dinero en una inversión. Para manejar estos riesgos, debe conocer lo que son.

Riesgo sistemático y riesgo no sistemático

La mayor parte del riesgo de inversión se describe ya sea como sistemático o como no sistemático. Aunque estos términos pueden intimidar, su significado es en realidad muy comprensible.

Riesgo sistemático es también conocido como riesgo de mercado y se relaciona con factores que afectan la economía global o los mercados de títulos de valores. El riesgo sistemático afecta todas las compañías, sin considerar la condición financiera, administración o estructura del capital de cualquier compañía, y, dependiendo de la inversión, puede involucrar factores internacionales tanto como domésticos. He aquí algunos de los riesgos sistemáticos más comunes:

Riesgo de las tasas de interés describe el riesgo de que el valor de un título/activo financiero caiga debido a cambios en las tasas de interés. Por ejemplo, cuando las tasas de interés en general aumentan, los emisores de bonos tienen que ofrecer tasas de cupón mayores para bonos nuevos con el fin de atraer inversionistas. Como consecuencia, los precios de los bonos ya existentes caen porque los inversionistas prefieren los bonos más nuevos que pagan la tasa más alta. Por otra parte, también existe el riesgo de las tasas de interés cuando las tasas caen debido a que los bonos que tocan a su vencimiento o los bonos que son redimidos/rescatados antes de su vencimiento deben ser reinvertidos con una rentabilidad más baja.
Riesgo de inflación describe el riesgo de que aumentos en los precios de bienes y servicios, y por ende en el costo de la vida, disminuyan su poder adquisitivo. Digamos que una lata de soda aumenta de $1 a $2. Anteriormente, $2 le hubiera permitido comprar dos latas de soda, pero ahora $2 solo alcanza para comprar una lata, produciendo una disminución en el valor de su dinero.

Riesgo de divisas ocurre porque muchas divisas del mundo flotan una contra la otra. Si hay que convertir dinero en una moneda diferente para hacer una inversión, cualquier variación en la tasa de cambio entre esa moneda y la suya puede aumentar o reducir el rendimiento de su inversión. Usualmente, usted se vería impactadopor el riesgo de divisas solamente si invierte en títulos de valores o fondos internacionales que invierten en valores internacionales.

Por ejemplo, supongamos que la tasa de cambio actual del dólar estadounidense con la libra esterlina británica es de $1=0,53 libras esterlinas. Si usted invierte $1.000 en un fondo de inversiones que invierte en acciones de compañías británicas, esto equivaldrá a 530 libras esterlinas ($1.000 x 0,53 = 530 libras esterlinas). Seis meses más tarde, supongamos que el dólar se fortalece y que la tasa de cambio pasa a ser de $1=0,65 libras esterlinas. Si el valor del fondo no cambia, al convertir la inversión original de 530 libras esterlinas en dólares el rendimiento será de sólo $815 (530 libras esterlinas/0,65 libras esterlinas = $815). Por lo tanto, aunque el valor del fondo de inversiones no haya cambiado en la moneda local, una variación en la tasa de cambio ha devaluado la inversión original de $1.000 a $815. Por otra parte, si el dólar se debilitara, el valor de la inversión aumentaría. Así es que si la tasa de cambio varía a $1=0,43 libras esterlinas, la inversión original de $1.000 aumentaría a $1.233 (530 libras esterlinas/0,43 libras esterlinas = $1.233).

Al igual que la mayoría de los riesgos, el riesgo de divisas puede ser manejado hasta cierto punto si usted asigna solamente una porción limitada de su cartera a inversiones internacionales y diversifica esa porción entre diversos países y regiones.

Riesgo de falta de liquidez es el riesgo de que usted no pudiera comprar o vender inversiones rápidamente a un precio que se aproxima
Su defensa principal contra el riesgo sistemático, como verá, es la de desarrollar una cartera que incluya inversiones que reaccionan cada una en forma diferente a dados factores económicos. Esta es una estrategia conocida como asignación de activos (asset allocation). Generalmente involucra invertir en bonos y acciones ambos o en los fondos que los posean, siempre manteniendo algunos de cada uno. Eso es porque los patrones históricos muestran que cuando los bonos como grupo – aunque no cada bono – están ofreciendo un rendimiento fuerte, las acciones como grupo tienden a ofrecer un rendimiento decepcionante. La situación inversa también está históricamente comprobada.

Los bonos tienden a ofrecer rendimientos/retornos altos -- los cuales se miden por la combinación de cambio en valor y ganancias de la inversión – cuando aumenta la demanda de los inversionistas por ellos. Esa demanda podría ser impulsada por preocupaciones acerca del riesgo de volatilidad en la bolsa de valores – lo cual a veces se denomina una fuga hacia la seguridad – o por el potencial de mayor rentabilidad que resulta cuando aumentan las tasas de interés, o por la ocurrencia de ambos factores al mismo tiempo.

O sea, cuando los inversionistas creen que pueden beneficiarse de buenos rendimientos con menor riesgo del que enfrentarían si mantuvieran acciones, entonces están dispuestos a pagar más del valor nominal para poseer bonos.

De hecho, es posible que vendan acciones para invertir en bonos. La venta de acciones combinada con limitadas compras nuevas de éstas, impulsa para abajo los precios de las acciones, disminuyendo su rendimiento.

En una fase diferente del ciclo, esos mismos inversionistas pudieran vender bonos para comprar acciones, produciendo el efecto exactamente opuesto en los precios de las acciones y los bonos. Si usted poseyera tanto bonos como acciones durante ambos períodos, se beneficiaría de los altos rendimientos ofrecidos por la clase de activos que gozara de mayor demanda.También estaría preparado cuando cambiara el juicio de los inversionistas y la otra clase de activos ofreciera rendimientos superiores. Para manejar el riesgo sistemático, usted puede asignar su cartera de inversiones completa de manera que incluya algunas acciones y algunos bonos, así como algunas inversiones en efectivo.

Riesgo no sistemático, en contraste al riesgo sistemático, afecta a un número mucho menor de compañías o inversiones y se relaciona a la inversión en un producto, en una compañía o en un sector industrial particular.

A continuación unos ejemplos del riesgo no sistemático:

Riesgo administrativo, también conocido como riesgo empresarial, se refiere al impacto que pueden ejercer las malas decisiones administrativas, otros traspiés internos e inclusive situaciones externas, en el desempeño de una compañía, y, como consecuencia, en el valor de las inversiones en esa compañía. Aunque usted investigue cuidadosamente a una compañía antes de invertir y la misma parezca tener una administración confiable, probablemente no hay manera de saber que un competidor está a punto de lanzar un producto superior en el mercado. Ni es fácil prever un escándalo financiero o personal que puede socavar la imagen de una compañía, el precio de sus acciones o la calificación de sus bonos.
Riesgo crediticio, también denominado riesgo de incumplimiento de pago, es la posibilidad de que un emisor de bonos no pague intereses de la manera establecida o que no reintegre el capital al vencimiento. El riesgo crediticio también puede constituir un problema con compañías de seguros que venden contratos de anualidades, en el caso de los cuales la habilidad de usted para cobrar los intereses y los ingresos previstos depende de la capacidad del emisor para pagar reclamaciones.
Una forma de manejar el riesgo no sistemático es la de distribuir sus dólares de inversión en una variedad de opciones. Esto lo logra mediante la diversificación de las tenencias en su cartera dentro de cada clase principal de activos – acciones, bonos y efectivo – ya sea manteniendo títulos de valores

Otros riesgos de inversión

Las decisiones que usted toma acerca de sus inversiones – y a veces las que evita tomar – lo pueden exponer a ciertos riesgos que pueden impedir su progreso hacia el logro de sus objetivos de inversión.

Por ejemplo, comprar y vender inversiones en sus cuentas con demasiada frecuencia, quizás en un intento de aprovechar ganancias a corto plazo o de evitar pérdidas a corto plazo, puede aumentar el costo de sus operaciones. El dinero que usted gasta negociando sus valores disminuye el equilibrio de su cuenta o merma el monto que tiene para invertir. Si usted decide invertir en algo que está recibiendo mucha atención en los medios de comunicación, podría estar aumentando la posibilidad de que compre a la tarifa más alta que alcance el mercado, así colocándose en una situación de vulnerabilidad ante pérdidas futuras. O, si vende en una súbita caída del mercado, podría significar no sólo inmovilizar sus pérdidas, sino también perder oportunidades de futuras ganancias.

Usted también aumenta su riesgo de inversión si no le hace seguimiento al desempeño de su cartera y si no hace cambios apropiados. Por ejemplo, debe estar al tanto de las inversiones que no han cumplido con sus expectativas y deshacerse de ellas cuando establezca que es improbable que mejoren, posteriormente utilizando el dinero de esa venta para otra inversión.

4. Evaluando el riesgo

Una cosa es saber que existen riesgos en la inversión. ¿Pero cómo se percata usted de antemano de cuáles podrían ser esos riesgos, cuáles está dispuesto a tomar y cuáles posiblemente nunca valga la pena tomar? Hay tres pasos básicos para evaluar el riesgo:

Comprender el riesgo que presentan ciertas categorías de inversiones
Estableciendo el tipo de riesgo que usted puede tomar sintiéndose cómodo
Evaluando inversiones específicas
Usted puede seguir este camino por cuenta propia o con la ayuda de uno o más expertos en inversiones, incluyendo corredores de bolsa, asesores de inversiones registrados y planificadores financieros con conocimientos especializados en estas áreas.

Paso 1: Comprendiendo el riesgo de una clase de activos

El primer paso para evaluar el riesgo de la inversión es comprender los tipos de riesgo a los cuales podría ser expuesto por una categoría o grupo de inversiones particular – denominada una clase de activos. Por ejemplo, las acciones, los bonos y el efectivo se consideran clases de activos separadas porque cada una de ellas pone a trabajar su dinero de diferentes formas. Como resultado, cada clase de activos presenta riesgos particulares que posiblemente no sean característicos de las otras clases. Si usted comprende cuales son esos riesgos, generalmente puede tomar medidas para hacerles contrapeso.

Acciones. Debido a que las acciones no tienen un valor fijo sino que reflejan la demanda cambiante de los inversores, uno de los mayores riesgos que usted enfrenta al invertir en acciones es la volatilidad, o sea, cambios significativos en los precios que se suceden con relativa rapidez. De hecho, en algunos casos debe estar preparado para que los precios de las acciones varíen de hora en hora e inclusive de minuto en minuto. No obstante, a través de períodos más largos, las fluctuaciones a corto plazo tienden a nivelarse y a mostrar un aumento paulatino, una disminución paulatina o un precio de la acción básicamente uniforme.

Por ejemplo, si una acción que usted compró a $25 la acción tuviera una caída de $5 en su precio la semana después debido a noticias desalentadoras referente a un nuevo producto, usted hubiera sufrido una pérdida del 20 por ciento. Si hubiera comprado 200 acciones a un costo de $5.000, su inversión después de la caída valdría solamente $4.000. Si vendiera en ese momento – posiblemente por razones bien justificadas – habría perdido $1.000, además de cualquier honorario de transacción que hubiera pagado.

Mientras que algunas ganancias o pérdidas en el valor de una acción parecen lógicas, otras podrían no parecer así, como puede ser el caso cuando una compañía anuncia un aumento en sus ganancias y el precio de sus acciones baja. Si usted ha estudiado la inversión antes de efectuarla y cree que la compañía es sólida, pudiera mantener sus acciones. En tal caso, podría verse premiado un poco más adelante si entonces aumenta el valor de la inversión y ésta posiblemente también pague dividendos. Aunque los resultados positivos no están garantizados, puede acostumbrarse a prever cuando hay probabilidades de que la paciencia dará frutos.

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Bonos. Los bonos tienen un valor fijo – generalmente $1.000 por bono – o lo que se conoce como paridad o valor nominal. Si usted mantiene un bono hasta su vencimiento, ese monto le será reintegrado, y además recibirá el interés que genere el bono, a menos que el emisor del bono no honre su deuda. Además del riesgo de incumplimiento de pago, usted también enfrenta el riesgo de mercado potencial si vende bonos antes de su vencimiento. Por ejemplo, si el precio de los bonos en el mercado secundario – o sea, lo que otros inversionistas están dispuestos a pagar para adquirirlos – es menor que el valor nominal, y usted vende los bonos en ese momento, podría perder con la venta.

El valor de mercado de los bonos puede disminuir si hay un alza en las tasas de interés entre la fecha en que los bonos fueron emitidos y sus fechas de vencimiento. En tal caso, decrece la demanda para bonos ya existentes que pagan tasas de interés más bajas. Si usted vende, tendrá que conformarse con el precio que pueda obtener y potencialmente asumir esa pérdida. Los precios de mercado también pueden caer por debajo del valor nominal si los bonos son depreciados por una agencia independiente de calificación debido a problemas con las finanzas de la compañía.

Algunos bonos tienen una disposición que permite al emisor redimir, rescatar o amortizar el bono y reintegrarle o reembolsar el valor nominal del bono antes de su vencimiento. A menudo hay una fecha fija de reembolso (call date), después de la cual el emisor de un bono puede redimir el bono. Con estos bonos es posible que usted no reciba la tasa original de cupón del bono por el plazo entero del bono. Una vez alcanzada la fecha de reembolso, el flujo de los pagos de interés de un bono redimible es incierto y cualquier apreciación del valor de mercado del bono puede no aumentar por encima del precio de redención. Estos riesgos son parte del riesgo de redención.

Como un propietario de vivienda que busca refinanciar una hipoteca a una tasa más baja para ahorrar dinero cuando disminuyen las tasas de los préstamos, el emisor de un bono a menudo redime un bono después que caen las tasas de interés, lo que le permite al emisor vender nuevos bonos que pagan menores tasas de interés – de esta manera ahorrándole dinero al emisor. El capital del bono es reembolsado anticipadamente, pero el inversionista queda sin poder encontrar un bono similar con una rentabilidad igualmente atractiva. Esto se conoce como riesgo de reinversión.

Efectivo. El riesgo principal que usted enfrenta con inversiones enefectivo, incluyendo letras del Tesoro de los Estados Unidos y fondos de inversión en el mercado de dinero, es el de perder terreno ante la inflación. Además, usted debe estar consciente de que el dinero colocado en fondos del mercado de dinero ofrecidos por las compañias de inversión generalmente no está asegurado/garantizado. Aunque tales fondos raramente han generado pérdidas para los inversionistas, el potencial está siempre latente.

Otras clases de activos, incluyendo bienes raíces, presentan sus particulares riesgos, mientras que los productos de inversión, tales como anualidades o fondos de inversión que invierten en una clase de activos específica, tienden a compartir los riesgos de tal clase. Esto significa que el riesgo que usted enfrenta con un fondo de inversiones en acciones es muy similar al riesgo que enfrenta con acciones individuales, aunque la mayoría de los fondos de inversión son diversificados, lo cual ayuda a crear un contrapeso al riesgo no sistemático.

Paso 2: Seleccionando el riesgo

El segundo paso es establecer los tipos de riesgo que usted puede tomar sintiéndose cómodo en un dado momento. En vista de que es raramente posible evitar completamente el riesgo de la inversión, el objetivo de este paso es establecer el nivel de riesgo apropiado para usted y para su situación. Su decisión será impulsada en gran parte por:

En general, entre más joven sea usted, mayor riesgo de inversión se puede permitir a largo plazo. Es así porque a usted le queda más tiempo para recuperarse de cualesquiera pérdidas que pudiera sufrir a corto plazo o durante periodos cortos de volatilidad bursátil.

Puede emplear la historia reciente para ilustrar la validez de este punto. Suponga que dos personas, una de 30 y la otra de 60, hubiesen invertido en octubre del 2007 en carteras sobrecargadas con acciones. Para marzo del 2009, ambas casi seguramente hubieran perdido cantidades respetables de dinero. Pero mientras a la persona más joven le quedarían quizás 35 años para recuperarse y acumular activos de inversión, la persona de mayor edad se pudiera haber visto obligada a posponer su jubilación – aún cuando el mercado recuperó algunas de las pérdidas.

Por otra parte, disponer de mucho tiempo para recuperarse de pérdidas no significa que usted puede hacer caso omiso de la importancia de manejar el riesgo y de seleccionar inversiones cuidadosamente y venderlas cuando sea oportuno. Entre más joven sea, más acciones y fondos de acciones – tanto fondos de inversión como fondos negociados en la bolsa – podría considerar comprar. Pero cualquiera que sea su edad, las acciones de una compañía mal administrada, de una compañía con una deuda masiva y productos no competitivos, o de una compañía cuyas acciones se cotizan exageradamente por encima de su valor, probablemente no constituyen una buena inversión visto desde la perspectiva del riesgo administrativo. Y no es cierto que invertir en acciones se torne más seguro mientras más tiempo lo haga. Invertir en acciones siempre conlleva riesgo.

Mientras más se aproxime a la jubilación, el manejar el riesgo de inversión generalmente significa trasladar por lo menos algunos de sus activos fuera de acciones y fondos de acciones más volátiles y colocarlos en acciones/títulos y bonos que producen rentas. Establezca qué porcentaje de sus activos desea trasladar, y cuándo. De esa manera ya no estará expuesto a una potencial caída económica para la cual se ha preparado. El consenso general, no obstante, es que debe incluir por lo menos algunas inversiones con potencial de crecimiento (y por ende con mayor riesgo para el capital) después de jubilado, ya que necesitará más dinero si vive más tiempo de lo previsto. Sin potencial para el crecimiento, se encontrará vulnerable a la inflación.

Tenga presente que su actitud hacia el riesgo de la inversión puede – y probablemente debe – cambiar a través del tiempo. Si usted es la fuente principal de apoyo para un número de personas, podría ser que esté dispuesto a tomar menores riesgos de inversión que los que tomaba cuando era responsable sólo de usted mismo.

En contraste, entre más grande su base de inversión, más dispuesto podría estar a tomar riesgos adicionales con una porción de su cartera total. En el peor escenario, podría arreglárselas sin el dinero que haya perdido. Y si su riesgo calculado da frutos, podría lograr aún mayor seguridad financiera de la que tenía anteriormente.

Muchas personas también se dan cuenta de que entre más clara su comprensión del funcionamiento de las inversiones, más cómodos se sienten acerca de tomar riesgos.

Paso 3: Evaluando inversiones específicas

El tercer paso es evaluar inversiones específicas que usted está considerando dentro de una clase de activos. Existen herramientas que puede utilizar para evaluar el riesgo de una inversión particular – un proceso que tiene mucho sentido seguir ya sea antes de hacer una nueva compra y también como parte de una evaluación regular de su cartera. Es importante recordar que una parte de manejar el riesgo de inversión es no sólo decidir qué debe comprar y cuándo comprarlo, sino también qué vender y cuándo venderlo.

Para acciones y bonos, el punto de partida es obtener información acerca del emisor, ya que el valor de la inversión está directamente ligado con la fortaleza de la compañía – o, en el caso de ciertos bonos, del gobierno o entidad gubernamental – que los respalda.

Documentos empresariales

Cada compañía que cotiza en la bolsa debe registrar sus títulos de valores con la Comisión de Valores y Bolsa de los Estados Unidos (Securities and Exchange Commission – SEC) y periódicamente suministrar información actualizada. El informe anual presentado en el formulario 10-K contiene estados financieros auditados así como una cantidad de datos detallados acerca de la compañía, las personas que la administran, los riesgos de invertir en la compañía y mucho más. Las compañías también entregan a la SEC tres informes trimestrales adicionales denominados los 10-Q e informes interinos en el formulario 8-K. Usted puede obtener acceso a estos informes empresariales empleando la base de datos EDGAR de la SEC (www.sec.gov/edgar/searchedgar/webusers.htm). Aunque no siempre ofrecen una lectura emocionante, los informes suministrados a la SEC pueden ser una valiosa fuente de información acerca de una compañía.

Cuando esté leyendo los estados financieros de una compañía, no deje de leer las notas al pié de las páginas. A menudo contienen señales de alerta que le pueden poner sobre aviso en cuanto a demandas judiciales pendientes, investigaciones reglamentarias u otras cuestiones que pudieran ejercer un impacto negativo en los puntos fundamentales de la compañía.

El prospecto de la compañía, especialmente la sección que trata los factores de riesgo, es otra herramienta confiable para ayudarle a evaluar el riesgo de inversión de una recién emitida acción, de un fondo de inversiones individual, de un fondo negociado en la bolsa (exchange traded fund – ETF) o de un fideicomiso de inversión inmobiliaria (real estate investment trust – REIT). La compañía de inversiones (sociedad de inversión mobiliaria) que ofrece el fondo de inversiones, el ETF o el REIT debe actualizar su prospecto cada año, incluyendo una evaluación del nivel de riesgo que usted toma al ser propietario de esa inversión particular. Usted también querrá ver la trayectoria anterior del rendimiento del fondo, del ETF o del REIT, y si lleva el tiempo suficiente en el mercado como para haber sobrevivido un ciclo económico completo de altibajos del mercado, que pudiera durar hasta 10 años. Recuerde

que el rendimiento pasado no indica el futuro. Debe confirmar que los administradores del fondo mutuo no han cambiado. Cuando se trata de un fondo manejado activamente, las decisiones de los administradores determinan el retorno y el nivel de riesgo asumido por el fondo. Los resultados pasados no reflejarían las decisiones de un nuevo administrador.

Servicios de calificación crediticia

Es importante chequear la información suministrada por uno o más de los servicios de calificación independientes acerca de bonos empresariales y municipales específicos que usted pueda mantener o que pueda estar considerando. Cada una de las compañías de calificación evalúa la compañía emisora de manera algo distinta, pero todas enfocan en la capacidad del emisor de cumplir con sus obligaciones financieras. Entre más alto el grado de la letra de calificación que asigne una compañía de calificación, menor el riesgo para usted. Pero recuerde que las calificaciones no son perfectas y no le pueden pronosticar si su inversión subirá o bajará en valor. Puede encontrar la lista de compañías de calificación en el sitio web de la SEC: http://www.sec.gov/divisions/marketreg/ratingagency.htm.

También tenga presente que manejar el riesgo de inversión no significa evitar totalmente el riesgo. Puede haber momentos en que usted incluya un bono o fondo de bonos de menor calificación en su cartera para aprovechar la mayor rentabilidad que le puede ofrecer.

Compañías de investigación también califican o asignan un rango a las acciones, fondos de inversión y otras inversiones basándose en conjuntos específicos de criterios. De manera similar, casas de corretaje que venden inversiones ofrecen sus evaluaciones del desempeño probable de inversiones en acciones específicas. Antes de que usted se fundamente en las calificaciones para escoger sus inversiones, conozca las metodologías y los criterios empleados por la compañía de investigación para obtener sus calificaciones. Pudiera ser que los métodos de algunas compañías de investigación sean de mayor utilidad para usted que los empleados por otras compañías.

Una visión amplia

Aunque el rendimiento pasado de una inversión nunca garantiza lo que sucederá en el futuro, no deja de ser importante información. Por ejemplo, una perspectiva histórica lo puede alertar a los tipos de pérdidas para los cuales debe estar preparado – un conocimiento que es clave para que maneje su riesgo. Un sentido del pasado también puede decirle cual clase o cuales clases de activos han ofrecido el mayor rendimiento a través del tiempo y cual es el promedio de sus retornos.

Otra forma de evaluar el riesgo de inversión es mantenerse al día con lo que está pasando en el mundo a su alrededor. Por ejemplo, expertos en la inversión quienes se enteran de que una compañía está siendo investigada por

su regulador podrían decidir que es hora de deshacerse de cualesquiera títulos

de valores de la compañía que mantengan sus clientes o que ellos mismos posean en sus propias cuentas. De manera similar, los disturbios políticos en un área particular del mundo pudieran aumentar el riesgo de invertir en esa región. Aunque usted no quiere reaccionar excesivamente, tampoco quiere asumir un riesgo mayor que le haga sentir incómodo.

La asignación de activos es una herramienta útil para manejar el riesgo sistemático porque diferentes categorías de inversiones reaccionan ante condiciones económicas y políticas cambiantes de diferentes maneras. Al incluir diferentes clases de activos en su cartera, usted aumenta la probabilidad de que algunas de sus inversiones ofrecerán rendimientos satisfactorios aún si otras mantienen un rendimiento uniforme o pierden en valor. Para decirlo de otra forma, usted está disminuyendo el riesgo de pérdidas importantes que pueden ocurrir como resultado de una concentración excesiva en una sola clase de activo, no importa cuan flexible usted pudiera prever que fuera esa clase.

Por ejemplo, durante períodos de grandes ganancias empresariales y estabilidad relativa, muchos inversionistas optan por poseer acciones o fondos de inversión en acciones. A raíz de esta demanda, los precios de las acciones son propulsados hacia arriba, aumentando su retorno total, que es la suma de los dividendos que pagan más cualquier cambio en su valor. Si los inversionistas encuentran el dinero para invertir en acciones mediante la venta de algunas de sus tenencias en bonos o sencillamente al dejar de colocar cualquier dinero nuevo en bonos, entonces los precios de los bonos tenderán a bajar porque hay mayor oferta de bonos que de inversionistas que compiten para ellos. Los precios en caída reducen el retorno total de los bonos. En contraste, durante períodos cuando las tasas de interés se encuentran en alza y hay incertidumbre económica, muchos inversionistas prefieren poseer bonos

Las compañías de servicios financieros regularmente hacen ajustes en la mezcla de activos que recomiendan para carteras de inversión, basándose en su evaluación del actual clima del mercado. Por ejemplo, en un período cuando los intereses están en alza y la tensión internacional está creciendo, una compañía tal pudiera sugerirle que aumente su asignación de efectivo por un cierto porcentaje y que disminuya sus tenencias en acciones por un porcentaje similar. Estas compañías frecuentemente despliegan su mezcla recomendada para carteras en un gráfico circular, mostrando el porcentaje asignado a cada clase de activos.

Modificar de manera comedida y de vez en cuando su asignación de activos no es lo mismo que intentar marcar el mercado, que típicamente involucra hacer cambios frecuentes en su cartera en previsión de cual vuelta va a dar el mercado. En vista de que nadie sabe lo que va a suceder, esta técnica raras veces da resultados positivos a largo plazo.