Domingo, 22 Septiembre 2013 07:15

Moda E Identidad

En un mundo globalizado y gracias a las nuevas tecnologías de comunicación (telefonía celular, TV satelital, Internet) podemos acceder a la información en tiempo real desde cualquier lugar del planeta. De este modo somos bombardeados desde los medios masivos de comunicación por una cantidad inimaginable de discursos elaborados. Nosotros consciente o inconscientemente seleccionamos parte de ese cúmulo de imágenes e información; y de esta forma creamos nuestra visión de la realidad, conformando nuestro panorama simbólico.

En publicidad se realiza un montaje de la realidad procurando hacer atractivo el consumo de ciertos bienes, presentando mundos y escenarios altamente deseables para los consumidores, confiriéndole a los objetos un fuerte valor simbólico, más allá de su valor técnico, práctico o funcional.

Cuando se adquiere un artículo de moda (indumentaria, tecnología, etcétera) no se adquiere por su función, sino por los significados que ha incorporado gracias a la publicidad.

"La adquisición de cosméticos y de determinadas prendas de vestir no está motivada por una consideración de su aspecto estrictamente funcional o práctico, sino mas bien por su asociación inconsciente a un valor simbólico, como por ejemplo el de la juventud (…)

Los artículos y bienes adquiridos se convierten en signos que otorgan diferenciación y ayudan a la construcción de la identidad de cada individuo.

La velocidad de los cambios es muy rápida en la moda, y es adaptable a cada persona. En la actualidad, cada individuo puede encontrar su propio estilo, por la diversidad que ofrece la moda.

Ante la multiplicidad de ofertas y posibilidades que ofrece la sociedad de consumo, cada individuo debe decidir, como va a mostrarse ante esa sociedad, que ya no distingue entre status u origen familiar, sino por los méritos obtenidos en el ámbito social y profesional.

En este sentido la moda sirve como tarjeta de presentación e interacción social, la imagen externa condiciona el como nos ven y da una aproximación acertada o errada de cómo somos, reflejamos nuestros gustos, valores, creencias, en la forma en que vestimos.

El consumo de vestidos y objetos de moda es una forma de construcción de la identidad.  Como ya hemos visto en la sociedad actual, los objetos pierden su valor funcional y adquieren la capacidad comunicativa. De esta manera consumimos los objetos que mejor nos representan o que representan lo que pretendemos ser.

En algunos casos, se consumen determinadas prendas que responden a la estética del momento y no coinciden con la personalidad del individuo o con sus valores, esto responde a la interiorización de discursos culturales, y de motivaciones simbólicas que consciente o inconscientemente el individuo asimila.

Como podemos observar en la vida cotidiana, en las calles, a veces una gran parte de la sociedad está uniformada. Lo que llama poderosamente la atención dado que en la sociedad actual, se ha exaltado la libertad individual y la personalidad diferenciada. En este sentido las personas buscan en la moda, seguridad, ser aceptados, pertenecer a aquellos grupos que socialmente se presentan como deseables. Buscamos formar parte de lo que goza de aceptación, queremos ser parte de ello, pero manteniendo  nuestra personalidad y la moda cumple esa función de distinción.

Las decisiones que el individuo toma en cuanto a la moda, se van adecuando al cambiante transcurso de su vida, de su entorno personal y profesional.

Pero aquí se plantea un dilema, el individuo expuesto a estos cambios constantes debe mantener su identidad y para ello debe adaptarla, pero hay que tener en cuenta que hay aspectos de la identidad que no pueden modificarse, sin que una persona o una marca (en el caso de la publicidad) dejen de ser lo que son.

Podemos tomar como referencia marcas mundialmente reconocidas como Coca-Cola, Levi´s, Mc Donals que han cambiado con los tiempos, se adaptaron al entorno social, pero mantienen su identidad.

"En publicidad algunas campañas bien planteadas generan empatía hacia algunas marcas o sus portavoces y también suscitan aspiraciones, que plantean objetivos vitales asociados a la pertenencia de productos de una marca. Del mismo modo, algunas personas pueden aspirar a emular los modelos que aparecen en las pasarelas."

Fuente: www.articuloz.com