Muchas, o casi todas las familias adineradas de aquel entonces, habían amasado la fortuna en América, habían hecho lo que se dice las Américas y cuando volvían a la piel de toro, tenían la costumbre de traerse un loro. En las reuniones de sociedad que organizaban, además de obsequiar a los invitados con chocolate como ya hemos dicho, le ponían un poco de este rico alimento al loro, y si por las razones que sean la suerte les era adversa, les daba la espalda y comenzaba el declive económico, la costumbre era seguir aparentando y esto comportaba seguir recibiendo visitas, seguir ofreciendo chocolate, que era un producto caro, a estos invitados; pero privaban de tan rico alimento como es el chocolate al loro de la casa.
Como podemos suponer, el ahorro dinerario de la poca cantidad de chocolate que consumía el loro era irrisorio, es decir un ahorro insignificante.
De ahí viene la frase "El chocolate del loro".
Hoy en día la frase "el chocolate del loro" es empleada por lo general cuando estamos hablando de ahorro de costes en cualquier tema y solo se nos ocurre aplicar ese ahorro a cosas tan insignificantes como al chocolate del loro.
En este tiempo que nos ha tocado vivir, que todo el mundo tiene prisa en todo momento, para calmarnos un poco y que no nos arrastre la marea del estrés, es bueno comer un poco de chocolate negro de alto contenido en cacao.
Salud y suerte para todos
Para leer más curiosidades relacionadas con el chocolate, click aquí
Fuente: www.articuloz.com