Viernes, 05 Abril 2013 19:39

Revisiones Periódicas Para Tu Turismo

Cuando adquirimos un coche nuevo no somos conscientes de lo que luego va a significar el mantenimiento del mismo. En efecto, varias personas afirman que es como una hucha rota en la que se van echando monedas. Nosotros insertamos en ella un montón de euros pero nunca vemos el bote lleno porque se van saliendo por el fondo.
Pensamos que quizá la analogía es un poco excesiva, pero no le falta razón, la verdad.

Comprar un coche es hacer una apuesta por la libertad, por la autonomía, por no tener que depender del transporte público. Significa poder programar los viajes como nosotros deseemos y tener siempre a mano la posibilidad de quedarnos una hora más en ese destino de vacaciones que tanto nos ha gustado. Pero también es cierto que nos va a exigir un mantenimiento que puede causarnos algún problema que otro, sobre todo en estos momentos en los que andamos algo más justos en lo tocante al contenido de nuestra cartera. Vamos a repasar algunos de esos gastos que conlleva tener un coche propio.

El primero de los que queremos traer aquí es el de la Inspección Técnica de Vehículos. En efecto, todos los coches están sujetos a una revisión periódica, que la primera vez es a los cuatro años. Luego se producen tres ciclos de dos años, hasta que el coche cumple los diez, momento en el cual pasa a ser anual. No es un gasto que pudiéramos considerar como oneroso, aunque bien es cierto que todos los años experimenta una subida y su precio oscila grandemente entre unas Comunidades y otras, pero hay que tenerlo en cuenta en el presupuesto familiar. Además, es un trámite que suele causar algunas molestias si nos suspenden la revisión o si tenemos que pasar toda la mañana en el centro de Inspección. Algunas Comunidades Autónomas, para evitar esta última situación, han puesto en marcha un sistema de cita previa bastante interesante. Si quieres ver algún ejemplo sobre el particular para que te puedas hacer una idea de su funcionamiento, puedes consultarlo en la siguiente página: itv tarragona


Sin embargo, el gran gasto de un coche, si obviamos la gasolina, los recambios, los cambios de aceite y de otros líquidos, la sustitución de neumáticos, el impuesto de circulación y un montón de cosas más, es el seguro. Y ahí, utilizando términos taurinos, pinchamos en hueso. En efecto, ahora mismo se han puesto en marcha algunas modalidades que nos permiten tener un seguro bastante económico, incluso a todo riesgo. Son los llamados con franquicia, que suponen que en caso de accidente nosotros tendremos que hacernos cargo de la cantidad que hayamos firmado. Si por ejemplo se ha establecido una franquicia de 200 euros, éstos no nos libraremos de pagarlos si tenemos que pintar el coche, sustituir alguna pieza o arreglar un golpe. Así que mucho cuidado con este particular, por favor.

Por otra parte, los seguros de todo riesgo normales suelen ser bastante caros, sobre todo si nuestro coche es deportivo, porque en realidad lo que se tasa es la fama del automóvil en cuestión. A veces la mejor opción es contratar uno de daños a terceros, pero hay que saber que cualquier golpe en el que hayamos tenido la culpa no nos cubrirá.

Así que como puedes ver los gastos de un coche no son cosa que se pueda tomar a la ligera. Lo mejor es que analices tu presupuesto y veas qué solución es la que mejor se adapta a ti. Así podrás optimizar tus recursos y elegir el más rentable para tus condiciones personales.